Nuestros sentidos se ocupan con objetos particulares sensibles y conducen a la mente percepciones distintas de las cosas, de acuerdo con los diversos modos con que estos objetos les afectan. Así, obtenemos las ideas que poseemos de «amarillo», «blanco», «caliente», «frio», «suave», «amargo», «dulce», que llamamos cualidades sensibles. Cuando digo que los sentidos las conducen a la mente, quiero decir que los sentidos
conducen a la mente lo que causa estas percepciones desde los objetos externos. A esta gran fuente de la mayoría de las ideas que tenemos, que depende totalmente de nuestros sentidos y que provee al entendimiento por medio de ellos, yo la llamo «sensación».