Frank Lloyd Wright

Como arquitectura orgánica me refiero a una arquitectura que se desarrolla de dentro hacia afuera/»>afuera en armonía con las condiciones de su ser, a diferencia de una arquitectura que este concebida desde el exterior.

La estructura de acero ha sido reconocida como la base para un revestimiento simple y correcto con material plástico; este material espiritualiza la finalidad de la estructura de acero sin simulaciones estructurales.

Un edificio debe parecer que crece fácilmente desde su propio solar, y debe estar configurado en armonía con sus alrededores si la Naturaleza allí se manifiesta; y si no, intentar hacerlo de forma tan tranquila, sustancial y orgánica como Ella lo hubiese hecho de haber tenido la oportunidad. Nosotros, los del Medio Oeste, vivimos en la llanura. La llanura tiene una belleza propia, y deberíamos reconocer y acentuar esta belleza natural, su perfil suave. De ahí los tejados suavemente inclinados, las proporciones de poca altura, las silenciosas líneas de horizonte, la chimeneas corpulentas suprimidas y los voladizos protectores, las plataformas bajas y los muros que se extienden por el exterior apoderándose de los jardines privados.

De este modo, en su propia casa el ciudadano de Broadacre sería inexpugnable. La nación, indestructible… Él es la nación misma.

Una vez que la gente haya aprendido a construir, saldrá al campo, y todo el campo de Inglaterra se convertirá en una hermosa ciudad moderna en el nuevo sentido; con lo cual el campo será más bello gracias a los edificios, sí, incluso gracias a las fábricas.

La casa de un coste moderado no sólo es el mayor problema arquitectónico de América, sino también el problema de más difícil solución para sus más grandes arquitectos.

Siendo la arquitectura orgánica su recurso, el hombre hace de sí mismo un elemento integrador como los árboles, las corrientes o como las estructuras rocosas que constituyen las montañas… He aquí arquitectos con espíritu democrático que exigen fundamentos más profundamente orgánicos para una sociedad orgánica. En todas partes la arquitectura americana exige una base más orgánica para lo cotidiano en economía, en ética, en la sociedad, en lo estético; e insiste en que toda planificación futura ha de comenzar desde el inicio. La revolución planificada a través de la evolución es orgánica en la actualidad .

¿Dónde termina el jardín y comienza la casa? Donde comienza el jardín y acaba la casa. Por lo demás, esta vivienda usoniana parece ser un sujeto que ama al suelo con un nueva sentido de espacio, de luz y de libertad – a la cual nuestra América que está consagrada.

La arquitectura será el desarrollo vernáculo acorde con el sentimiento natural y los medios industriales para servir con arte necesidades actuales… Los intentos de usar formas extraídas de otras culturas y condiciones diferentes a las propias deben terminar… América -una república democrática- presenta más que cualquier otra nación este nuevo problema arquitectónico. Sus instituciones están concebidas (o así se dice), al menos con espíritu democrático… La individualidad, por tanto, es un ideal nacional grande, fuerte. Cuando este ideal degenera en mezquino individualismo, nacionalismo o desenfreno personal, no es más que una manifestación de debilidad, propia de la naturaleza humana. Semejante degeneración no es un defecto fatal para el ideal democrático… En América, pues, cada uno tiene este derecho peculiar, inalienable a vivir su vida en su propia casa a su propia manera …

La estructura del tejido de este gran objeto, de este precursor de la democracia, de la máquina, ha sido concebida -partícula por partícula- en ciega obediencia a la ley orgánica, aquella ley para la cual también el universo solar no es más que una máquina obediente.