Así como el lenguaje es necesario para poder expresarse colectivamente en términos de estructura, también es necesaria una estructura formal colectiva para poder expresarse espacialmente en el propio entorno (…) Lo paradójico es que la restricción de un principio estructurador (urdimbre, espina dorsal, retícula) lejos de resultar una disminución, expande las posibilidades de adaptación y por lo tanto las posibilidades de expresión individual