Mare-Antaine Laugier

Las partes de un orden de arquitectura son las partes mismas del edificio. Por tanto, deben ser utilizadas no sólo para decorar el edifIcio sino para constituirlo. Es preciso que la existencia del edificio dependa hasta tal punto de su unión que no pueda retirarse una sola de esas partes sin que el edificio se hunda. Si se tiene bien presente en el espíritu este principio tan razonable como luminoso, se evitará cómodamente una cantidad de errores derivados de una práctica que se obstina en seguir el principio contrario.