Toda arquitectura es una estructuración del espacio mediante una meta o un camino. Cada cosa es un camino estructurado arquitectónicamente: las posibilidades específicas de movimiento y los impulsos hacia el movimiento, a medida que se avanza desde la entrada a través de la secuencia de entidades espaciales, han sido predeterminadas por la estructuración arquitectónica de ese espacio, el cual se experimenta en consecuencia.